Edmundo González se alista para asumir la presidencia de Venezuela con el respaldo de expresidentes en Panamá | Transmisión en vivo de la ceremonia de toma de posesión | EL PAÍS América
El candidato opositor en las elecciones del 28 de julio en Venezuela, Edmundo González, ha suspendido su agenda en Estados Unidos, donde se encontraba de gira buscando respaldos internacionales en preparación para la investidura del 10 de enero. González ha viajado a Panamá, donde fue recibido por el presidente José Raúl Mulino, después de que denunciara el secuestro de su yerno, Rafael Tudares, quien fue apresado por la policía venezolana en la mañana del martes. “A esta hora se encuentra desaparecido”, escribió González en X. El principal candidato opositor se comprometió a regresar a Caracas para ser investido como presidente tras haber presentado las copias de las boletas electorales que respaldan su victoria. Mientras tanto, Nicolás Maduro está decidido a asumir el poder el viernes, sin haber presentado las actas que validen su triunfo en las elecciones. El inicio del nuevo período en Venezuela ocurre en un contexto de represión llevada a cabo por el chavismo contra sus oponentes políticos y se aguarda la reacción de la comunidad internacional. Las principales instancias globales, desde Washington hasta la Unión Europea, no reconocerán a Maduro como jefe de Estado. Estados Unidos condenó este martes la detención por parte de la policía chavista del yerno de González, quien fue apresado por hombres encapuchados mientras llevaba a sus hijos al colegio. Maduro ha activado un plan especial de seguridad que supedita cualquier decisión al Ministerio de Defensa. “No se equivoquen, estamos decididos a triunfar”, exclamó. En las últimas horas de la noche, se ha informado sobre la detención por parte del Gobierno chavista del candidato presidencial Enrique Márquez, perteneciente a un sector moderado de la oposición.
Edmundo González Urrutia se reunió esta manaña con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien lo ha reconocido como presidente electo de Venezuela y ha roto relaciones con el régimen de Nicolás Maduro. El encuentro se realizó en el Palacio de Las Garzas, donde los acompañó un grupo de cancilleres y expresidentes latinoamericanos. González también se encontrará esta tarde en Ciudad de Panamá con un grupo de migrantes venezolanos. La última parada del líder opositor en su gira para recabar apoyos internacionales de cara al 10 de enero, la fecha en que promete regresar “por cualquier vía” a Venezuela para su investidura presidencial, será República Dominicana.
Gustavo Petro no sufre de ceguera. Sabe de sobra lo que ocurre en Venezuela. En campaña, y después como presidente de Colombia, pensó que estaba llamado a “salvar” al país de al lado. Como buen hombre de poder, tiene fe en sí mismo hasta el engaño. Pensó poseer el remedio. Quiso aprovechar que el chavismo lo veía con buenos ojos para convencer a Nicolás Maduro de que se sentara con la oposición y ambos firmasen un documento de transición política. Ese contrato, a grandes rasgos, debía recoger que se aceptaría el resultado, fuese cual fuese, y el ganador no perseguiría al perdedor. Era una forma, pensaba Petro, de devolver a Venezuela al sendero de las democracias liberales. Este documento debería ser consensuado con la sociedad civil local y elaborarse rápido. Y lo más importante: en secreto.